OMIE: ¿Cómo se determina el precio de la luz?
El mercado de la electricidad español se organiza a partir de un intercambio entre la generación y la demanda en una infinidad de escenarios y plazos.
La duración de estos plazos es muy variable y depende del momento en el cual los agentes alcanzan el acuerdo de intercambio. Son los denominados mercados de futuros o de plazo. A pesar de ello, en esta entrada nos centraremos en el análisis del mercado diario y de su funcionamiento.
(D-1) Momento de celebración del mercado diario
El mercado diario se celebra el día anterior (D-1) al de la entrega de la energía. Durante este periodo, los agentes compradores y vendedores intercambian energía para cada hora del día siguiente. Por ello, existen 24 productos distintos en este mercado, que corresponde a cada una de las horas del día siguiente.
¿Qué tipo de mercado tenemos en España? Casación marginalista
El mercado español se caracteriza por pertenecer al tipo marginalista: en este tipo de mercados, todas las operaciones se liquidan al precio de la oferta más alta casada, es decir, al precio de cruce entre la oferta y la demanda. De esta forma, los generadores de energía (oferta) venden su energía cuando se alcanza esa casación y no antes.
¿Cómo se determina el precio de mercado?
El mercado de la electricidad no tendría sentido si no hubiera dos agentes contrapuestos: por un lado, los vendedores de electricidad, que presentan ofertas de venta de energía, y los compradores, que presentan ofertas de compra al mercado.
La construcción del precio de la energía parte de la construcción de dos curvas: la curva de la oferta representada por el conjunto de ofertes de venta presentadas por los generadores o vendedores, y la curva de las ofertas de compra, representada por la secuencia de ofertas de compra introducidas por parte de las comercializadoras, traders, o consumidores finales cualificados.
Debemos recordar que esta construcción se repite 24 veces en un día, es decir, se construye para cada una de las horas del día siguiente.
a) Curva de la oferta: presentación de ofertas por parte de los vendedores por el coste de oportunidad
Es importante tener en cuenta que el precio al que un generador está dispuesto a vender su energía se fundamenta en el denominado coste de oportunidad. El coste de oportunidad es aquel coste que el vendedor evitaría si optara por no producir, o bien aquel ingreso al que renuncia por el hecho de producir.
Es importante matizar que el coste de oportunidad no es sinónimo del coste variable de producir. Si ponemos el ejemplo de una central térmica que utiliza combustible, el precio del combustible será un precio variable. En cambio, el precio al que puede revender ese combustible si el generador opta por no producir, es el coste de oportunidad. Si nos fijamos en una central hidráulica, el agua no genera un coste variable, pero el hecho de almacenar agua para generar electricidad en un momento en el que el precio de mercado sea mayor sí genera coste de oportunidad.
Cabe destacar que los costes fijos de producir son recuperados por parte de los generadores mediante otras vías, como son el margen de mercado o los pagos por capacidad.
Una vez los vendedores han cuantificado los costes de oportunidad de vender energía en cada una de las horas del día, el operador de mercado (OMIE) agrega las ofertas y las ordena por precio ascendente. De esta forma, en la parte baja de la curva aparecerán aquellas centrales, como las hidráulicas o nucleares, cuyos costes de oportunidad son muy bajos. Por el contrario, en la parte alta de la curva encontraremos las centrales de fuel-óleo, cuyo coste de oportunidad es muy alto.
b) Curva de la demanda: presentación de ofertas por parte de los compradores de energía
Una vez construida la curva de la oferta, el operador de mercado (OMIE) debe recopilar todas las ofertas de compra y agregarlas. El precio de las ofertas de compra depende en gran medida de dos factores: (i) si el día es festivo/laborable y (ii) las condiciones medioambientales.
En línea con lo que sucede en la curva de la oferta, la curva de la demanda también presenta tramos en los que los compradores están dispuestos a pagar el precio más alto posible (es el caso de las comercializadoras de referencia, que necesitan asegurar el suministro a todos sus clientes). Por otro lado, también aparecerán compradores que solo estarán dispuestos a comprar energía a unas determinadas condiciones económicas, y son los que representan el tramo bajo de la curva.
c) Casación de mercado
Únicamente queda saber cuál es el precio de mercado para cada hora del día, y será aquel precio en el que la curva de la oferta y la curva de la demanda se crucen. Y la pregunta evidente es, qué sucede con aquellos agentes cuyas ofertas de compra/venta eran diferentes a las del precio de casación:
Desde el punto de vista del vendedor:
- Aquellos vendedores que hubieran ofrecido energía a un precio inferior al valor de casación recibirán por la energía el precio de casación.
- Aquellos vendedores que hubieran ofrecido energía a un precio superior al valor de casación quedaran fuera del mercado y su oferta no computa.
Desde el punto de vista del comprador:
- Aquellos compradores que se ofrecieron a comprar energía por un precio superior al precio de casación adquirirán esa energía por el precio de casación.
- Aquellos compradores que se ofrecieron a comprar energía a un precio inferior al precio de casación quedaran fuera del mercado y su oferta no computa.
Se debe tener en cuenta que la casación de mercado es la primera fase de construcción del precio. Una vez realizada la casación, el operador de sistema organiza los denominados mercados de restricciones técnicas, y los mercados de servicios complementarios, cuya finalidad es garantizar la calidad y seguridad del suministro en el día siguiente.
Asimismo, durante el día de despacho de la energía, también se organizan dos mercados: el mercado intradiario, que consta de 6 sesiones, que sirve para que los compradores y vendedores puedan ajustar sus posiciones de oferta y demanda, así como la gestión de desvíos y otros mercados de restricciones técnicas, organizados por el operador de sistema.